miércoles, 24 de septiembre de 2008

Personas de desconfianza




Algo tan horrible como eso no puede existir...
Todavía veo sus risas. Sus miradas de desprecio. Todavía noto cómo la tierra cede bajo mis pies.
¿Cómo te debes de tomar que personas de confianza, cuando les susurras que alguien te gusta, sólo puedan decir eso? ¿Sólo puedan echarme en cara cualquier cosa?
"¡Si tiene una nariz enorme! ¡Y granos! ¡Y está acompañado de un friki!"
Y a mí que más me da. La respuesta se me ha quedado en los labios, en mis labios de piel arrancada que nunca dejan pasar las palabras. Y a mí que más me da todo eso. Yo lo único que quiero es comprensión, no críticas.


Sólo dos se han quedado calladas. Una de ellas me ha sonreído, mientras la otra se apoyaba en su amiga, triste. Está así desde hace varios días. Le gusta un chico lejano que la mira, la intenta poner celosa, pero no le habla. Y está completamente rayada.
Ella me comprende. Lo noto en su mirada, sus ojeras de no dormir, su voz cansada que me cuenta sus penas. No han salido de ella muchas risas en esta semana. Con razón.


Es una amiga de verdad.


¿Por qué la vida es cruel?

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