viernes, 28 de noviembre de 2008

Ella cogió el libro por la primera página, y empezó a escribir con un bolígrafo sin tinta. Escribía y escribía, sin parar, sin detenerse para reflexionar sobre la siguiente frase, sin tachar ni una sóla falta y corregirla, sin recordar algo y apretujarlo entre dos palabras.
Sus ojos seguían las líneas que trazaba, vacíos, vagando por otro lugar en vez de concentrarse en lo que estaba haciendo su mano. Pasó páginas y páginas, sin parar ni un segundo, y despegaba cada vez con menos facilidad el papel húmedo y amarillento.
El sol se acostó, pero ella no hizo el ademán de resguardarse en su cama sin mantas, y se quedó sentada en su silla sin cojín, escribiendo a la débil luz de una vela sin fuego.
Cuándo por fin llegó a la última palabra, al último punto, y que reposó su utensilio al lado de la libreta, una ráfaga de viento sacudió las páginas y las hizo desfilar, una tras otro, en su inmenso vacío. Seguían amarillentas y húmedas, y ni un trazo se leía en ellas. Estaba sin nada escrito, ni siquiera las marcas que el bolígrafo, apretando, debería haber dejado sobre el papel.
La chica dejó caer la libreta, y vio impasible cómo sus páginas se despegaban e iban cayendo al charquito abajo de la ventana sin cristal ni cortinas, mojándose y reduciéndose a míseros folios descompuestos, sin un rastro de tinta.
Ella levantó la cabeza, sin lágrimas en los ojos, y, fijando con ellos un marco vacío pegado con celo, susurró con apenas un poco de voz:
- Mi vida eras tú, y cómo no viniste, me quedé sin ella.
Cerró los párpados y se dejó llevar por la Señora, con la incertidumbre de adónde iría, pues no había hecho nada ni bueno ni malo en sus años de vida. Dedicada a esperar algo que no vendría, se había marchitado y había perdido sus oportunidades con los que no esperaba.

Es más sano coger al imperfecto

que esperar al perfecto.

1 comentario:

Zazish dijo...

¿Sabes? había leído esta entrada hace un par de semanas, pero aquella vez no tuve tiempo para comentar y después lo olvidé u.u Perdona, soy un caso perdido jajaja


Si te digo la verdad, me gustó mucho. Es tan triste... y misterioso, es como si te dijera: Ya se fue, pero su recuerdo no puede permanecer. No habrá fotografías ni palabras que puedan nombrarle, como si nunca hubiera estado allí realmente. Me gustó mucho, y la frase del final me sorprendió. Supongo que tiene razón, no puedes esperar que nadie sea perfecto.